Jesús “Levantándose muy de mañana, siendo aun muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba”. Marcos 1:35
Si Jesús necesitaba orar cada día y era el Hijo De Dios; porqué yo no?
La Oración, es algo que nos dicen todo el tiempo que debemos hacer como creyentes. El problema está en que todos reconocen que si; que es muy importante. Pero son muy pocos los que realmente oran al Señor y se deleitan con su compañía. Pienso que la manera como hemos enseñado acerca de orar, ha hecho que la Oración se vea aburrida; y quién va querer hacer cosas aburridas en el tiempo de hoy, que da tantas alternativas par estar entretenidos y distraídos. Orar es una decisión de querer pasar tiempo con alguien que realmente amamos y queremos conocer, honrar y adorar como lo es el Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Solo se necesita buscar un lugar agradable, tomar una taza de café y hablar de manera natural con El; poder contarle lo que estamos pensando, lo que estamos planeando y los deseo o sueños que queremos alcanzar, los problemas en los que nos metemos por tomar malas decisiones y en fin; contarle lo que cada uno quiera y esperar escucharlo ya sea a través de la Palabra, una canción de adoración o alabanza, una enseñanza o simplemente a través de su creación. Dios si nos habla y de muchas maneras, queriendo darnos sus puntos de vista, sus consejos, sus enseñanzas, su guianza, su aprobación y especialmente su tierno abrazo de amor.